Primer Chakra: El poder tribal

El contenido energético del primer chakra es el poder tri­bal.La palabra «tribu» no sólo es sinónimo de familia, sino que es también un arquetipo, y como tal tiene connotacio­nes que trascienden su definición más tradicional.

En su sentido arquetípico, la palabra connota identidad de grupo, fuerza grupal, fuerza de voluntad grupal y creen­cias de grupo. Todos esos significados constituyen el conte­nido energético de nuestro primer chakra.

El primer chakra nos conecta y afirma; es nuestra cone­xión con las creencias familiares tradicionales, que favorecen la formación de la identidad y la sensación de pertenecer a un grupo de personas de un lugar geográfico determinado.

Para conectar con la energía del primer chakra, centre la atención durante un momento en algo tribal que le active una reacción emocional, por ejemplo:

  • escuchar el himno nacional,

  • presenciar un espectáculo militar,

  • ver a un atleta cuando recibe una medalla de oro en los Jue­gos Olímpicos,

  • asistir a la boda de una persona querida,

  • enterarse de que a un niño o una niña le han puesto su nombre.

Mientras centra la atención en la experiencia que elija, tenga presente que la zona del cuerpo donde se genera la re­acción es su chakra tribal.

Ubicación:La base de la columna (en el cóccix).

Conexión energética con el cuerpo físico:La columna, el recto, las piernas, los huesos, los pies y el sistema inmunitario.

Conexión energética con el cuerpo emocional/mental:El primer chakra es el cimiento de la salud emocional y mental. La estabilidad emocional y psíquica se origina en la unidad familiar y el primer entorno social. Diversas enfermedades mentales se generan a causa de disfunciones familiares, en­tre ellas las personalidades múltiples, el trastorno obsesivo-compulsivo, la depresión y los comportamientos destructi­vos como el alcoholismo.

Conexión simbólica/perceptiva:La energía del primer chakra se manifiesta en nuestra necesidad de lógica, orden y estructura. Esta energía nos orienta en el tiempo y el espacio y orienta nuestros cinco sentidos. Cuando somos niños per­cibimos y conocemos el mundo físico a través de los cinco sentidos. La energía del primer chakra tiene dificultades pa­ra interpretar simbólicamente la vida, de modo que nuestros cinco sentidos nos dan percepciones literales y nos hacen apreciar las cosas por su valor aparente o facial. Hasta que no somos mayores no somos capaces de buscarle un sentido simbólico a los acontecimientos y las relaciones.

Conexión sefirot/sacramento:La sefirá de Shejíná, que literalmente signifícala comunidad mística de Israel, simbo­liza la comunidad espiritual de toda la humanidad y el espí­ritu femenino de la tierra llamado Gaia. El sentido simbóli­co del sacramento del bautismo es honrar a la propia familia biológica como sagrada y divinamente elegida para ser la tri­bu apropiada a partir de la cual comenzar el viaje de la vida.

Miedos principales:Miedo de no sobrevivir físicamente, de ser abandonado por el grupo y a la pérdida del orden físico.

Fuerzas principales:La identidad tribal/familiar, el vínculo que nos une a la tribu y su código de honor; el apoyo y la lealtad que dan la sensación de seguridad y conexión con el mundo físico.

Verdad sagrada:La verdad sagrada inherente al primer chakra es que Todos somos uno.Aprendemos esta verdad y ex­ploramos su poder creador mediante las experiencias conec­tadas con la dinámica tribal o de grupo. Esta verdad conlleva el mensaje de que estamos conectados con todo lo que vive y que cada opción que hacemos y cada creencia que tenemos influyen en la totalidad de la vida. El sentido simbólico de la sefirá de Shejiná es que todos formamos parte de una comuni­dad espiritual. Como parte del desarrollo espiritual y la salud biológica, esta verdad sagrada tiene su expresión física en el honor, la lealtad, la justicia, los lazos familiares y de grupo, la conexión y la afirmación, la necesidad de cimiento espiritual y la capacidad de utilizar el poder físico para sobrevivir.

Comenzamos a descubrir que Todos somos unocuando empezamos la vida en el seno de una tribu o familia. Perte­necer a una tribu es una necesidad primordial, ya que de­pendemos totalmente de nuestra tribu para cubrir las nece­sidades básicas de supervivencia: alimento, techo y ropa. Como seres tribales, estamos diseñados energéticamente pa­ra vivir juntos, crear juntos, aprender juntos, estar juntos y necesitarnos mutuamente. Cada uno de nuestros ambientes tribales, desde la tribu biológica o las tribus que formamos con compañeros de trabajo, hasta nuestros lazos tribales con amigos, nos ofrecen los marcos físicos dentro de los cuales podemos explorar el poder creativo de esta verdad.