Un alumno llevaba dos años practicando artes marciales con un reputado maestro hasta que un día, cansado de ver que no avanzaba tanto como quería, se acercó a él y le preguntó.
—Maestro, ¿cuánto tiempo cree que me llevará aprender todo lo que usted sabe?
—Unos diez años —le contestó de forma improvisada.
—¡Diez años! —exclamó—, pero no puede ser, yo quiero dominar las artes marciales mucho antes. ¿Y si comienzo a practicar más duro? Si en lugar de practicar seis horas al día, practico diez o doce o más… si le consigo quitar horas al sueño, ¿cuánto podría tardar entonces?
El maestro se quedó durante unos segundos meditando:
—En ese caso tardarás unos veinte años.