Ahora (b)

Deja que el énfasis esté en el ahora, en todo. Lo que haces ahora es extremadamente importante, las deci­siones que tomas en este instante, la manera como actúas, la manera como piensas. A medida que haces esto, te encuentras cambiando y expandiéndote. Pue­des colmarte de Dios, tu mente henchirse de Dios y llenarte del Dios guía, de la misma forma que tomas este hálito de vida ahora. Este es el pensamiento más maravilloso y elevado posible. Te sientes literalmen­te elevándote en su genuino gozo. Es aquí donde puede venir el cambio completo. Nunca serás el mis­mo otra vez. Viejos hábitos, viejos pensamientos y ataduras podrán ser cortados en este instante y te volverás una persona triunfalmente transformada.

¿Deseas ser diferente? Puedes serlo, y puedes ser perfecto ahora. Este es un pensamiento conmovedor. No hace falta, no necesitas nunca, nunca, nunca, ser el hombre viejo otra vez. Estás ahora en el proceso de construir un cuerpo de luz, elevando las vibra­ciones de manera que cada célula de tu cuerpo cam­bie. Te estás transformando en luz. Solamente de es­ta manera puedes entrar en el Reino de los Cielos.

Todo lo viejo debe ser transformado; acéptalo todo como el proceso más natural.

Durante años te he estado diciendo esto, pero ahora lo estás experimentando. Le está sucediendo a cada uno de vosotros. A medida que te haces consciente del proceso, lo aceleras. Algo que hace algún tiempo llevaba semanas, meses y aun años, ahora se cambia en un abrir y cerrar de ojos.

Todo es nuevo ahora. ¡Gloria sea!