Nunca juzgues a alguien o algo por lo que ves con tus ojos físicos. Aprende a ver a todos y a todas las cosas con los ojos del Espíritu. Así me verás en todo. Contemplarás Mi obra en toda su gloria y conocerás la Unidad de Mi Universo y Mi Creación. No habrá más separación, porque todo se vuelve uno cuando se ve con los ojos del Espíritu.
El camino del Espíritu es Verdad y Justicia. Bendito es aquel que vive por el Espíritu.