Conserva tu sentido del humor

La vida es un constante dar y recibir, un constante inhalar y exhalar el hálito de vida. No podrías pasar todo el tiempo inhalando sin exhalar, así como no puedes pasar el tiempo dando sin recibir.

Cuando la vida deja de ser un camino para dos se seca y muere. Cada ser tiene que aprender a vivir una vida, y vivir en grupo lo revela muy claramen­te. Ningún ser puede vivir enteramente por sí mis­mo; tiene que aprender a vivir para otros y con otros. Debe haber un constante dar y recibir en to­dos los niveles, en orden, para que se mantenga perfecta paz y armonía.

Cada uno da en un nivel diferente y de una manera diferente, por lo tanto, no debe haber comparación o crítica de uno a otro. Como cada uno es guiado desde su interior, sabrá cuál es su parte de la totalidad y, tran­quila y silenciosamente, irá adelante para hacer lo que tiene que hacer. Debe haber una constante búsqueda interior y una gran sensibilidad y conciencia desarro­llada para permitir que esto se manifieste. Debe haber equilibrio en todas las cosas y en todos los tiempos.

Que nunca la vida sea demasiado seria o demasiado severa. Ve el lado más ameno y ten sentido del humor. Te digo que debe existir risa y alegría en el vivir. Que haya mucha alegría. Cuando sientas el gozo surgiendo en ti, déjalo manifestarse y compártelo con quienes te rodean. ¡La alegría es contagiosa! Un alma burbujeando de gozo puede afectar a todos, así que déjala burbujear.

Nunca reprimas tus sentimientos de verdadera felicidad y agradecimiento; exprésalos con palabras y acciones y permite que haya más alegría. Siempre hay un lado ameno y gracioso en todo, si lo buscas. Cuando aprendas a vivir en plenitud en el momen­to, sin un pensamiento en el mañana, tu vida verda­deramente se llenará de amor, gozo y armonía. I Que brote la alegría y te desborde y disfrutes de la vida plenamente.