CUARTA PARTE

Introducción

Amados Míos, en tanto la vida es más intensa, más viva, más vital, vosotros debéis disfrutarla en pleni­tud. Todo está sucediendo ahora y estos sentimientos se fortalecen cada día. Sin duda sientes estos tremen­dos cambios teniendo lugar en ti y en todo tu alrede­dor. Vuestros cuerpos físicos también están sufriendo cambios, lo cual se traduce en un cierto malestar, así que no te inquietes por ello. Muchas almas han sufri­do cambios en este tiempo, que las hacen más sensi­bles y más alertas a todo lo que está sucediendo. Estos cambios pueden hacerte sentimental, haciendo que sientas las cosas profunda y fuertemente, pero que es­to no te preocupe. Pronto estarás por encima de los al­tibajos y te encontrarás en un lugar aun más evolucio­nado y por lo tanto, serás capaz de ayudar a otros que están atravesando experiencias similares. Tendrás una comprensión y una percepción más profunda y verás dónde se necesita una ayuda casi antes de que el alma que la necesita se haya dado cuenta por sí misma.

Exterioriza tus sentimientos y que ellos afloren en ti de manera que puedas ayudar a tus semejantes que están en un sendero similar. Aparentemente, puedes ver el gran progreso que se está haciendo pero deseo que te des cuenta de que este progreso exterior no significará nada sin todo lo que está pasando en lo In­terior. Lo que ahora se está manifestando en lo exte­rior ya se ha manifestado en verdadera perfección en los planos interiores.

Como es arriba, así es abajo; lo que está sucediendo ahora es simplemente que está descendiendo Mi Cie­lo a la Tierra, paso a paso. Un día, en el futuro, serás capaz de hacer esto por el poder del pensamiento, sin el trabajo físico que representa. Cuando entiendas plenamente el poder del pensamiento y aprendas a usarlo de modo correcto, estos poderes serán tuyos para que los utilices para Mi obra y en Mi honor y Mi gloria. Todos estos poderes existen para ser usados en beneficio de la humanidad. La humanidad tiene que aprender a recurrir a ellos acertadamente y nun­ca para sí o la propia glorificación. Jamás imagines que esto es imposible, porque te digo que nada es im­posible y que estos poderes serán tuyos a fin de que los uses para Mi obra en los días por venir.

Recuerda siempre que te estás moviendo cada vez más y más allá en lo Nuevo. No pongas límites a nada; expande tu conciencia hasta que veas y sientas estas cosas ocurriendo ahora. Así como piensas, así eres y eso es lo que estás creando y dándole forma. Nada puede interponerse en el camino de Mi Creación.

Que Mi Paz y Mi Amor colmen y envuelvan a cada uno de vosotros. Que vuestras vidas sean una can­ción de alabanza, alegría, gloria y gratitud. Mantente en paz y ve lo mejor en todos y en todas las cosas. Sa­ca a la luz Amor, Amor, Amor.