El primero y más grande de los mandamientos

Amados Míos, el primero y más grande de los man­damientos es Amarme. Ama al Señor tu Dios, con to­do tu corazón, con toda tu alma y toda tu mente. El segundo es amar a tu prójimo como a ti mismo. No hay mandamientos más grandes que estos.

Cuando tú satisfagas estos mandamientos, todas las otras cosas vendrán por añadidura. El primero prueba nuestra Unidad y el segundo te pide que lo reconozcas en toda la humanidad.

Siempre recuerda que la simplicidad es la esencia de la perfección. Cuanto más me amas, más amarás a tus semejantes. Cuanto más amas, más grande es el gozo que encontrarás en la vida, hasta que esta se llene de alegría y felicidad. Cuando ames y tu amor se vierta en abundancia, así volverá a ti. Todos responden a un co­razón con amor y gozo. Cuando el Amor fluye, la vida está en plenitud; entonces ama, ama, ama.