No pronuncies palabras vanas. Hay poder en las palabras y ese poder no debe ser malgastado sino canalizado en la dirección correcta.
Sigila tu lengua, ¡recuerda que el silencio es precioso!
No pronuncies palabras vanas. Hay poder en las palabras y ese poder no debe ser malgastado sino canalizado en la dirección correcta.
Sigila tu lengua, ¡recuerda que el silencio es precioso!