Cada alma tiene que tomar un sendero diferente para alcanzar la meta. No hay dos senderos idénticos. Busca tu propio y único camino y síguelo con una fe ciega.
Yo doy mis dones especiales a cada uno de vosotros y no hay dos iguales. Atesora esos dones y úsalos por completo.
Cada día creces como una semilla minúscula, expandiéndote, dejando lo viejo y profundizando las raíces. Encuentra tu seguridad en Mí y en Mi Amor, haciendo brotar pequeños pimpollos que deben ser atendidos con el mayor cuidado. No pueden ser probados más allá de sus fuerzas hasta que estén establecidos fuertes y firmes. Toda alma que ha elegido andar por los caminos del Espíritu puede ser examinada y sometida a prueba, debe atravesar el calor más ardiente para que se queme todo el desperdicio y solamente quede el oro más puro. Agradece por cada examen y cada prueba. A medida que cada uno es enfrentado y vencido, te encuentras nuevamente a lo largo del sendero espiritual siempre más cerca de la meta.
Que haya más alegría y más risa en tu vida.