Sé consciente de los milagros y maravillas que están sucediendo a tu alrededor todo el tiempo. ¡Es tan fácil ocuparse de las cosas mundanas y dejar de ver Mis maravillas! La vida nunca es opaca; está llena hasta rebasar, con las cosas más excitantes.
Gradualmente las ovejas perdidas se volverán a reunir en el redil. Con frecuencia piensa en la historia del hijo pródigo y da gracias por ello, porque este es el ejemplo más glorioso de amor y comprensión.