Serénate y escucha

Serénate y escucha. No te pido nada más. Cuando te serenas quedas vacío de todo, vacío de lo viejo y listo para ser llenado con lo Nuevo. En tanto estás forzándote y luchando, no eres libre o vacío y no hay lugar para que entre lo Nuevo. No puedes poner vi­no nuevo en odres viejos, no puedes poner una pie­za vieja de tela en una prenda de vestir nueva, ¡no más de lo que puedes ser llenado con lo Nuevo mientras estás aún aterrándote a lo viejo! Conviérte­te en un recipiente vacío, esperando ser colmado con Mi Amor, Mi Luz y Mi Sabiduría.

Haz esto al comienzo de cada día. En el momento de despertarte, que las palabras "Hágase tu voluntad" es­tén en tus labios y en tu corazón. Cuando aprendas a hacer esto, te embargará una gran paz. Cuando tu amor por Mí sea lo primordial, tu deseo de hacer Mi Volun­tad no se detendrá ante nada. Harás todo lo que Yo te pida que hagas y serás todo lo que Yo te pida que seas.

Entonces vosotros seréis Mis instrumentos, Mis canales y Yo podré obrar dentro y a través de vosotros.

Nunca me limites de manera alguna. Yo no tengo límites. YO SOY todo en todo.

Refléjame. Vuélvete como un claro y quieto estan­que. Refléjame como un espejo. Serena tu corazón y tu mente. Serena todo tu ser. Otra vez te digo: "Atiéndeme". No importa cuánto tengas que espe­rar. Espera hasta oír Mi pequeña voz serena. Tú puedes oírla cuando te aquietas.

YO SOY siempre contigo. Mantente conscientemente alerta de Mí en todo momento.

Nosotros somos uno, uno en corazón, mente y espíritu. Tú estás conscientemente alerta de la Presencia Divina, del Cristo interior.

Permanece en paz. Todo está sucediendo dentro de ti, ahora. Van a pasar grandes cosas en tu interior | y fuera de ti. Mi Reino está descendiendo a esta Tie­rra. Contemplarás sin duda el nuevo Cielo y la nue­va Tierra y grande será el regocijo. Todo esto va a suceder a gran velocidad, ahora. Abre los ojos y contempla Mis maravillas. Yo te digo que estos días son días tremendos.