Serena todo tu ser. Siéntate y Sé.
Escucha a los pájaros cantar Mis alabanzas, elevando sus corazones con puro gozo y deleite. En sus canciones de alabanza siénteme y conóceme.
Yo estoy en todas partes. Estoy en todas las cosas. Estoy dentro de la quietud de tu alma.
Puedes encontrarme todo el tiempo, porque Yo estoy aquí, más íntimo que la respiración, más cerca que tus manos y tus pies. Sé siempre consciente de Mí y de Mi presencia.
Tú respiras todo el tiempo, porque la respiración es vida y, sin embargo, raramente estás consciente de tu respiración a menos que pienses en ella, quizás tratando de controlarla con un propósito especial. Entonces eres consciente de que estás vivo y de que te mantienes vivo por tu respiración. Sabes que si dejaras de respirar, la vida no fluiría más a través de ti. La mayor parte del tiempo das esto por sentado.
Lo mismo pasa Conmigo, con Mi presencia. Está siempre allí. Como la respiración, tú me das por supuesto y olvidas Mi existencia. Esto es lo que hace la mayoría de los seres humanos. Están completamente inconscientes de Mí.
Conoce el prodigio de ser uno Conmigo. Mantén este conocimiento siempre delante de ti. Nunca permitas que se desvanezca.