Sólo piensa que por años te he estado hablando, guiándote, conduciéndote en los caminos de la justicia. A través de los años, tu fe y tu verdad se han vuelto más fuertes. Confías en Mi palabra implícitamente. Pase lo que pase ahora sabes que Mi palabra es tu guía y que tú la obedezcas es lo único que importa, aun si tienes que arreglártelas completamente solo.
Hasta que un ser no se hace consciente de Mí, de Mi Palabra o de Mi Poder y Mi Amor, ese Poder y ese Amor no pueden manifestarse en él porque no tiene fuerza de vida y no pueden ser palabras vivas, vibrantes.
Te toca a ti hacer que Mis Palabras sean una realidad; mucho está en tus manos y en lo que hagas.