Vive, vive, vive

Una vez que has experimentado este glorioso vivir en lo Nuevo con elevados pensamientos y un eleva­do ser, no puede haber retroceso, sino un poderoso salto hacia adelante. Tú tienes que ser y vivir, vivir, vivir, plena y gloriosamente. ¿No os he dicho "no os angustiéis por vuestra vida, qué comeréis o qué be­beréis, ni por vuestro cuerpo, con qué lo vestiréis"? Vive por el Espíritu y por la Verdad. Permíteme obrar en ti y a través de ti todo el tiempo. Obedece Mi voz, sin vacilar un segundo. Anda libre y alegremente, ha­ciendo Mi Voluntad. Ve mis maravillas que se mani­fiestan a tu alrededor.

YO SOY viviendo en ti. Lo que importa es lo que viene del alma. Todo emana de lo que tienes en el centro de tu ser. Como un guijarro arrojado al centro de un lago, las ondas que se originan en la superficie del agua, van desde ese centro —más y más afuera— tocando todo.

Todo es Nuevo. Permanece en calma y absorbe es­te pensamiento. Es tremendo, es glorioso, está ocu­rriendo ahora.

Mírate a ti mismo como una crisálida