Vosotros sois Mis manos y Mis pies

Tu relación con cada alma puede surgir ahora, si así lo eliges. Tienes que dar el próximo paso. Si las cosas no son como deben ser, no tienes que esperar a que la otra persona haga algo acerca de ello; la ac­ción inmediata es tuya. Cuando has hecho tu parte, deja el resto para Mí.

Recordad siempre que vosotros sois Mis manos y Mis pies, por consiguiente, vosotros tenéis que ac­tuar. Una pequeña acción guiada puede abrir mu­chas puertas cerradas firmemente. Por tanto, seré­nate, tómate tiempo para escuchar, para que no fra­cases al oír Mis instrucciones, luego actúa de inme­diato.

Estudia cuidadosamente antes de que tu voz se al­ce en críticas concernientes a la crianza de los hijos. Todos vosotros os estáis moviendo hacia lo Nuevo, donde, como os he dicho, no hay viejos esquemas o viejos caminos trillados que seguir.

Todo debe mantenerse abierto para absorber lo Nuevo.