Yo estoy contigo

Ponte la armadura completa de amor. Permanece firme e inmutable en Mi Amor.

No permitas que nada te perturbe o aflija.

Yo estoy contigo, entonces, ¿quién puede estar en contra de ti? ¿No te he dicho que las pruebas son buenas para ti? Fortifican cada fibra de tu ser, fortifi­can tu fe y creencia en Mí y en Mi palabra.

Cuanto más grande la prueba, mayor la fortaleza.

No te sientas agraviado ni resistas nada. No resis­tas al mal. Vence al mal con el bien. Nunca devuelvas los golpes. Cuando digo: "Preséntale la otra mejilla", quiero significar precisamente eso. Busca constante­mente esa paz interior y esa quietud que nada puede perturbar o tocar. Trabaja siempre desde el centro ha­da el exterior.

Estas son lecciones vitales que se están aprendien­do en este tiempo, apréndelas rápidamente. Eleva tu corazón con alegría y agradecimiento porque estás siendo probado de esta manera. Vuélvete inquebran­table y firme como una roca.

Tus bases están en Mí, por lo tanto, nada puede ha­cerlas tambalear o tocar.