Como se puede observar después de leer este capítulo, existe muy poca disonancia entre los diversos sistemas filosóficos y religiosos en cuanto a sus sugerencias dé lo que significa vivir una humanidad plena.
Si observamos el comportamiento humano en nuestro mundo actual, salta a la vista la gran disonancia existente entre lo que dice un sistema filosóficos y religiosos, y su genuina aplicación a la vida diana.
Sin embargo, esto no tiene por qué ser así. Con un cierto grado de creatividad, inteligencia, diligencia y decisión, se aclara el camino de la persona que funciona plenamente, camino consistente en su mayor parte y que muchas personas han recorrido ya en el pasado.
La regla general y dominante parece surgir de la máxima que se ha ridiculizado como una suprema y simplista nimiedad: “Haz a los demás lo que quieres que te hagan a ti”, y a esto yo añadiría: “Dale a Dios y al mundo todo lo que eres y todo lo que puedes ser”.
Quizá, como dice Gore Vidal: ‘Toda verdad es una nimiedad y toda nimiedad es verdad”. La tragedia es que nos toma toda una vida aprender esto.