El rinoceronte carga con un único propósito. Todas tus energías se deben dirigir hacia la consecución de tu único ardiente deseo. La razón por la cual eres tan peligroso es porque una vez que arrancas en tu carga hacia un objetivo nada puede distraerte. Nunca arremetes contra dos fines a la vez. Primero te concentras en lograr tu primer objetivo y luego te lanzas a la carga a la próxima meta.
Jamás debes dispersar tus esfuerzos. Un lente de aumento jamás hará arder algo si no se fija en un sólo sitio continuamente y durante determinado lapso de tiempo. Si se mueve el lente de un sitio para otro no se logra calentar algo, y mucho menos comenzar un fuego.
Debes entender este principio del lente de aumento y aplicarlo a tu vida diaria. Sigue cargando a pesar de las dificultades pues nunca se sabe cuándo brotará la llama. Podrá ser mañana o quizás el mes entrante, pero debes saber que si concentras tus energías pronto tendrás una rugiente llamarada. Luego puedes continuar y comenzar tu próxima hoguera.