El Éxito está ahí a disposición de quien se levante y arranque tras él. Tú lo sabes. Por eso eres rinoceronte. Sabes y crees firmemente que cualquier cosa que quieras la puedes perseguir y tendrás muy buenas probabilidades de conseguirla. Ya te la imaginas como tuya. Saboreas la victoria de haberla conseguido. Es tu fe la que acciona tu motor. Es tu fe lo que te llena de entusiasmo para poder cargar a pesar de los torpedos.
Tu entusiasmo electrifica tus células y les da vida. Eso es lo que te impulsa a saltar de la cama muy temprano cada mañana. Eres un rinoceronte cargante a causa de tu desbordante entusiasmo generado por tu fe; tu fe en que podrás ejecutarlo todo y verlo todo. Eso es lo que hace que los rinocerontes sean muy divertidos y es estupendo alternar con ellos.