Oye, no te sientas mal si eres vaca. Así son las cosas. ¡El pudrirse y desintegrarse son cosas naturales! Eres un ejemplo perfecto de la "entropía", al igual que las peñas erosionadas y los metales.
Además, la disciplina es difícil. Los hábitos vacunos toman años para desarrollarse. El tratar de cambiar esos hábitos ahora sería demasiado problema. Sigue pudriéndote en tu existencia vacuna: sigue vacía de movimiento, de energía, y eventualmente de la vida misma. ¡Que tengas una feliz decadencia!
A los rinocerontes les encanta la disciplina. Se necesita disciplina para convertirse en rinoceronte. Se deben desarrollar nuevas costumbres: como lanzarse a la carga, audacia y persistencia. Se deben abandonar todos los viejos hábitos destructivos tales como el hábito de aplazarlo todo, el hábito de quejarse y de preocuparse. Los rinocerontes tienen auto-disciplina. Tú eres el jefe. Tú mismo te conduces y te diriges constantemente. Te estás apartando de esa enfermedad de las vacas que se llama entropía, Nunca dejes que te venza. Mantente percatado siempre de su presencia y no dejes que coja la menor ventaja en tu vida rinoceronte.