Ahora que eres rinoceronte, jamás lo olvides. Ten cuidado de no deslizarte hacia el pastaje con las vacas rumiantes que esperan el matadero mansamente. Cuando te halles en una situación que requiera energía y acción e implique algún riesgo, ¡piensa a lo rinoceronte!
Despierta por la mañana pensando a lo rinoceronte. Anda con otros rinocerontes. ¡Carga siempre masivamente, que no te preocupen los torpedos y vive buena vida rinoceronte!