Los rinocerontes siempre están preparados para los problemas. No importa cuánto dinero tengas. Aun así tendrás problemas no importa si eres un rinoceronte, un mico, un elefante o aun una vaca. Siempre tendrás problemas. No importa si no terminaste bachillerato o si te graduaste de una Universidad con los máximos honores. Siempre tendrás problemas. Los problemas no tienen alianza con nadie. Son comunes a todos. No importa el sexo,. credo, raza o color, siempre tendrás problemas. A nadie se le ha concedido inmunidad contra problemas. Siempre han estado presentes; hoy están aquí y mañana también estarán.
La diferencia que hay con los rinocerontes es en la manera de manejar esos problemas. Los rinocerontes no son buena pareja para los problemas. Como primera medida, el problema que paralizaría a una oveja no tendría efecto alguno en un rinoceronte. Los problemitas ni siquiera te molestan. Sabes que existen pero ni piensas en ellos. Son tan insignificantes como los mosquitos que zumban ante tus ojos. Mientras tú andes a la carga, ellos desaparecen. Pero aminora tu velocidad y párate y nuevamente están zumbando alrededor de tus ojos. Mantente a la carga y los pequeños problemas no te importarán. Siempre desaparecerán.
Los rinocerontes siempre están avanzando. Los problemas son las señales camineras del progreso. Pasa sobre suficientes problemas y habrás llegado a tu destino. Espera los problemas y en esa forma no te van a caer de sorpresa. Luego, comienza a solucionarlos como un rinoceronte.
Con los problemas grandes es que tendremos que trabajar. Estos son los problemas que pueden aturdir a un elefante. Son los problemas tamaño rinoceronte. A ti no te afectan las preocupaciones de vacas u ovejas. A ti te llegan los grandes y gordos problemas rinocerontes. Son parte de tu trabajo. Por fortuna tú sabes cómo se manejan. Eso también es parte del trabajo.