¡Eres audaz! Esa audacia es lo que te convierte en u n cargante rinoceronte. Eso es lo que te diferencia de las vacas y de las ovejas. ¡Eres atrevido! ¡Tienes espíritu de aventurero! Eres peligrosamente valiente.
Eres un rinoceronte cargante que no le teme a nada. ¡Tienes agallas! ¡Tienes nervio! ¡Tienes espina dorsal!
Todos los días vas a la carga por entre la jungla y lo disfrutas grandemente. A nadie le tienes que pedir permiso. Te abres campo y tumbas lo que se te atraviese. ¡El piso de la jungla vibra y se estremecen los árboles a tu paso! Las vacas y las ovejas te oirán reír mientras súbitamente te tumba un torpedo. De inmediato te levantas y nuevamente vas a la carga y abres nuevas brechas a través de la espesa maleza de la selva.