Sólo tienes 24 preciosas horas por día. Úsalas o piérdelas. El tiempo no puede guardarse. Se está consumiendo permanentemente. Mientras te duchas pasa el tiempo. Mientras te cepillas, pasa el tiempo. No puede detenerse. La carrera prosigue. Te están contando el tiempo permanentemente. Date cuenta de ello ahora mismo, antes de que el tiempo se te detenga, sin que nadie sepa siquiera que estabas en la carrera.
Los minutos son preciosos. Son los bloques de madera con que construimos las horas y con éstas a su vez hacemos los días. Y los días rápidamente se convierten en meses y éstos en años y los años son nuestras vidas. Todo esto comenzó con los minutos. Desperdicia suficientes minutos y habrás desperdiciado toda una vida.
Los rinocerontes no caen en esa trampa. Los rinocerontes aprecian sus minutos. No los malgastan en actividades inútiles. Vive cada minuto como si te costara diez dólares por tenerlo. Asegúrate de que le sacarás provecho. Puedes conseguir más dinero pero no puedes conseguir más tiempo. Sé rinoceronte y ataca cada minuto que puedas o te van a cobrar cada minuto que malgastes.