MUCHA GENTE SE BURLARÁ DE LA IDEA de que hay una ciencia exacta para volverse rico. Manteniendo la impresión de que el suministro de riqueza es limitado, insistirán que las instituciones sociales y gubernamentales deben cambiar antes de que algún número considerable de gente pueda, si quiera, adquirir una aptitud.
Pero eso no es verdad.
Es verdad que existen gobiernos que mantienen a las masas en la pobreza, pero esto es porque las masas no piensan ni actúan de la forma correcta.
Si las masas comenzaran a moverse hacia delante como se sugirió en este libro, ningún gobierno ni sistema industrial los detendría; todos los sistemas deben ser modificados para acomodar el movimiento del progreso.
Si la gente tiene la mente del progreso, tiene la fe de que se pueden volver ricos y se mueven hacia delante con el fijo propósito de volverse ricos, nada posible puede mantenerlos en la pobreza.
Los individuos pueden entrar en el camino correcto a cualquier momento y bajo cualquier gobierno, y hacerse ricos. Y cuando cualquier número considerable de individuos lo hace así bajo cualquier gobierno, harán que el sistema sea modificado para abrir el camino a otros.
Cuanta más gente se vuelva rica en el plano competitivo, peor será para los otros. Cuanta más gente se vuelva rica en el plano creativo, peor será para los otros.
La salvación económica de las masas puede ser solamente alcanzada al conseguir un número mayor de gente que practique el método científico expuesto en este libro y se vuelvan ricos. Esto le mostrará a los demás el camino y los inspirará con un deseo de vida real, con la fe que se puede lograr y con el propósito de lograrlo.
Por ahora, sin embargo, es suficiente conque sepa que ningún gobierno bajo el cual viva, ni el capitalismo o sistema competitivo de la industria puede evitar que se vuelva rico. Cuando entre en el plano creativo del pensamiento, se alzará sobre todas estas cosas y se volverá un ciudadano de otro reino.
Pero recuerde que su pensamiento debe mantenerse en el plano creativo.
Nunca, ni por un instante, crea que la fuente es limitada o actúe en el nivel moral de la competencia.
Cuandoquiera que caiga en estas viejas formas de pensar, corríjase inmediatamente. Porque cuando está en la mente competitiva, ha perdido la cooperación de la mente suprema.
No gaste tiempo en planear cómo enfrentará las posibles emergencias en el futuro, excepto cómo las políticas necesarias pueden afectar sus acciones hoy.
Preocúpese en hacer el trabajo de hoy de una manera perfectamente exitosa y no con las emergencias que puedan aparecer mañana. Podrá ocuparse de ellas a medida que aparezcan.
No se preocupe con preguntas de cómo deba sobrepasar los obstáculos que puedan amenazar su horizonte comercial a menos que pueda ver claramente que su curso deba ser alterado ahora para evitarlos.
No importa cuan tremenda pueda parecer una obstrucción, usted se dará cuenta que si va por el camino correcto, ésta desaparecerá a medida que se aproxime, o que un camino sobre, debajo, a través o alrededor de ésta aparecerá.
Ninguna combinación posible de circunstancias puede derrotar a un hombre o mujer que está procediendo a volverse rico a lo largo de líneas estrictamente científicas. Ningún hombre o mujer que obedezca la ley puede fracasar al intentar volverse rico, como si uno multiplicara dos por dos y fallara al obtener cuatro.
No piense ansiosamente en posibles desastres, obstáculos, miedos o combinaciones de circunstancias poco favorables. Hay suficiente tiempo para enfrentar esas cosas cuando se presenten ante usted en el presente inmediato, y se dará cuenta que cada dificultad lleva consigo los medios para sobrepasarla.
Guarde su discurso.
Nunca hable de usted, sus negocios o cualquier otra cosa en una forma desalentadora.
Nunca admita la posibilidad de fracaso o hable en una forma que infiera al fracaso como una posibilidad.
Nunca hable de los tiempos difíciles o las condiciones comerciales como algo incierto. Los tiempos pueden ser duros y los negocios inciertos para aquellos que están en el plano competitivo, pero nunca lo serán para usted.
Puede crear lo que quiera y estar por encima del miedo.
Cuando los otros tengan tiempos difíciles y negocios pobres, usted encontrará las oportunidades más grandes.
Acostúmbrese a pensar y a mirar al mundo como algo que se está convirtiendo, que está creciendo y a lo que parece malvado, como algo que está subdesarrollado.
Siempre hable en términos de progreso. Hacer lo contrario es negar su fe y negar su fe es perderla.
Nunca se sienta decepcionado. Puede esperar tener una cosa en cierto momento y no obtenerla en ese instante, y le parecerá un fracaso. Pero si usted se aferra a su fe, encontrará que el fracaso es sólo aparente.
Siga por el camino correcto y si no recibe ese objeto, recibirá algo mejor que lo hará ver que el aparente fracaso es un gran éxito.
Un estudiante de esta ciencia había puesto su mente en hacer cierta combinación comercial, la cual le parecía muy atractiva en ese momento, y trabajó por algunas semanas para alcanzarla. Cuando el tiempo crucial llegó, el negocio fracasó de una forma perfectamente inexplicable. Fue como si una influencia oculta hubiese estado trabajando secretamente contra él. Pero no se decepcionó.
Por el contrario, le agradeció a Dios que su deseo hubiese sido denegado y siguió firmemente con una mente agradecida. Unas semanas más tarde, una oportunidad mucho mejor llegó y no tenía que hacer ni siquiera la primera transacción en ninguna cuenta, y vio que una mente que sabía más que él lo había prevenido de perder mucho más al enredarse con poco.
Esa es la forma en que cada fracaso aparente trabajará por usted, si mantiene su fe, se aferra a su propósito, tiene gratitud, etc.y haciendo - cada día -
todo lo que pueda hacerse ese día, haciendo cada acto por separado de una manera exitosa.
Cuando fracase, será porque no pidió lo suficiente. Siga adelante y algo mejor vendrá a usted. Recuerde siempre esto.
No fracasará porque le falte el talento necesario para hacer lo que desea. Si sigue como le he indicado, desarrollará todo el talento que se necesita para hacer su trabajo.
No está dentro del propósito de este libro tratar la ciencia de cultivar talento, pero es tan certera y simple como el proceso de enriquecerse.
Sin embargo, no dude ni vacile por miedo de que llegará a determinado lugar y fracasará por la falta de habilidad. Continúe y cuando llegue a ese lugar, la habilidad le será facilitada. La misma fuente de habilidad que le permitió al inexperto Lincoln hacer el mayor trabajo en el gobierno jamás realizado por un solo hombre, está abierta para usted. Puede extraer todo el conocimiento que quiera para usarlo en enfrentar las responsabilidades que se le han encomendado.
Siga con fe plena.
Estudie este libro. Hágalo su constante compañía hasta que haya dominado todas las ideas contenidas en éste. Mientras se esté estableciendo firmemente en esta fe, le hará bien renunciar a muchas recreaciones y placeres y permanecer lejos de sitios donde las ideas conflictivas a estas se dan en lecturas y sermones.
No lea literatura pesimista o conflictiva, o entre en argumentos sobre el tema.
Gaste la mayoría de su tiempo de ocio en contemplar su visión, cultivar gratitud y leer este libro. Éste contiene todo lo que necesita saber de la ciencia de volverse rico, y encontrará todo lo esencial resumido en el siguiente capítulo.