LOS EJEMPLOS DADOS EN EL ÚLTIMO CAPÍTULO habrán llevado al lector al hecho de que el primer paso para volverse rico es llevar la idea de sus deseos a la sustancia amorfa.
Esto es verdad y verá que para hacerlo así, es necesario relacionarse con la inteligencia amorfa de una forma armoniosa.
Para asegurar esta relación armoniosa, es cuestión de vital y primordial importancia dar lugar a su discusión y darle instrucciones que, si usted las sigue, serán certeras a la hora de llevarlo en perfecta armonía con el poder supremo o Dios.
Todo el proceso de ajuste y armonización mental puede resumirse en una sola palabra: Gratitud.
Primero, debe creer que hay una sustancia inteligente, de la cual todas las cosas proceden. Segundo, crea que esta sustancia le da todo lo que usted desee.
Y tercero, asóciese con ésta por medio de un profundo e inmenso sentido de gratitud.
Mucha gente que ordena su vida estrictamente en una u otra forma, son pobres por su falta de gratitud. Al haber recibido un regalo de Dios, cortan el cable que los conecta a Él al fracasar en hacer el reconocimiento.
Es fácil entender que cuanto más cerca vivamos a la fuente de riquezas, más riqueza recibiremos y también es fácil entender que el alma, que es siempre agradecida, vive en contacto más estrecho con Dios que el que nunca lo busca en el reconocimiento de gratitud. Cuanto más fijemos nuestras mentes en la gratitud con lo supremo, cuando las cosas buenas vienen hacia nosotros, más cosas recibiremos y más rápido llegarán a nosotros. Y la razón es simplemente; que la actitud mental de la gratitud hace que la mente esté en estrecho contacto con la fuente de la cual vienen las bendiciones.
Si es nuevo para usted que la idea de que la gratitud hace que la mente esté en estrecha armonía con las energías creativas del universo, considérelo bueno y verá que es verdad. Las cosas buenas que ya tiene han llegado a usted a lo largo de la línea de la obediencia a ciertas leyes. La gratitud guiará su mente a través de la manera en que las cosas vienen y lo mantendrá en estrecha armonía con el pensamiento creativo y evitará que caiga en el pensamiento de competencia.
Sólo la gratitud mantendrá su mirada hacia el todo y evitará que caiga en el error de pensar que el abastecimiento es limitado - y hacer lo que sería fatal para sus esperanzas.
Hay una ley de gratitud y es absolutamente necesario que siga la ley si quiere obtener los resultados que desea. La ley de la gratitud es el principio natural de que la acción y reacción son siempre iguales y en direcciones opuestas.
La expansión grata de su mente en alabanza de agradecimiento con la suprema inteligencia, es una liberación o fuerza de expansión. Puede alcanzar eso que fue destinado y la reacción es un movimiento instantáneo hacia usted.
"Acércate a Dios y Él se acercará a ti". Esa es la afirmación de la verdad psicológica. Y si su gratitud es fuerte y constante, la reacción en la sustancia amorfa será fuerte y constante; el movimiento de las cosas que quiere será siempre hacia usted. Note la actitud agradecida que Jesús tomaba; cómo Él siempre parecía decir "Te agradezco, Padre, que siempre me escuches". No puede ejercer mucho poder sin la gratitud, porque es la gratitud la que nos mantiene conectados con el poder.
Pero el valor de la gratitud no consiste solamente en darle más bendiciones en el futuro. Sin la gratitud no puede evitar el pensamiento descontento concerniente a como son las cosas. En el momento en que usted le permite a su mente residir en la insatisfacción de cómo son las cosas, empieza a perder terreno. Fije su atención en lo común, lo ordinario, lo pobre, lo escuálido y lo malo - y su mente toma la forma de estas cosas. Luego transmitirá estas formas a lo amorfo. Y lo común, lo pobre, lo escuálido y lo malo vendrán a usted.
Permitir que su mente resida en lo inferior es volverse inferior y rodearse de cosas inferiores. Por otro lado, fijar su atención en lo mejor es rodearse de lo mejor, volverse lo mejor. El poder creativo dentro de nosotros nos convierte en la imagen a la cual damos nuestra atención. También estamos hechos de la sustancia pensante y ésta siempre toma la forma de lo que se piensa.
La mente agradecida está constantemente fija en lo mejor. Por lo tanto, tiende a volverse lo mejor. Tome la forma o el carácter de lo mejor y recibirá lo mejor.
La fe también nace de la gratitud. La mente agradecida continuamente espera cosas buenas y la esperanza se vuelve fe. La reacción de la gratitud sobre nuestra mente propia produce fe, y cada onda que sale al agradecer, incrementa la fe. La persona que no tiene sentido de gratitud no puede mantener por mucho tiempo una fe viva, y sin una fe viva no se puede volver rico de la forma creativa, como veremos en los capítulos siguientes.
Es necesario, entonces, cultivar el hábito de ser agradecido por cada cosa buena que va hacia usted y dar las gracias constantemente. Y porque todas estas cosas han contribuido a su avance, debería incluir todas las cosas en su gratitud.
No desperdicie mucho tiempo pensando o hablando de los defectos o malas acciones de los que están al poder. La organización del mundo que ellos han hecho, ha creado su oportunidad; todo lo que tiene realmente viene hacia usted por ellos. No se enfurezca con los políticos corruptos. Si no fuera por los políticos, caeríamos en una anarquía y su oportunidad sería ampliamente aminorada.
Dios ha trabajado por mucho tiempo y muy pacientemente para llevarnos hasta donde estamos en la industria y gobierno, y continuará con su trabajo. No hay la menor duda de que se deshará de los plutócratas, magnates de consorcios, capitanes de industria y políticos tan pronto como sean piadosos, pero mientras tanto, todos ellos son necesarios. Recuerde que ellos están ayudando a arreglar las líneas de transmisión a lo largo de las cuales las riquezas vendrán a usted, y sea agradecido. Esto lo llevará a relaciones armónicas con lo bueno en todos, y lo bueno en todos se moverá hacia usted.