Somos los creadores de nuestra vida, eso es cierto, así pues, somos los creadores de nuestras relaciones también, de ti depende el tipo de relación que tienes; si no te gusta, estás en libertad de cambiarla. Sin embargo, usualmente no hace falta cambiar de pareja; el cambio de pensamientos, acciones, actitudes y hábitos puede beneficiar la relación plenamente hacia el bienestar mútuo.
El poder del PENSAMIENTO: elige pensamientos llenos de amor: si tienes pensamientos amorosos crearás relaciones amorosas. IMPORTANTE: definir a tu pareja ideal (para así poderla reconocer cuando llegue).
El poder del RESPETO: aprende a respetar a los demás, y a ti mismo el primero.
El poder de la ENTREGA: céntrate en lo que puedes DAR en vez de en lo que puedes recibir. No pongas condiciones.
El poder de la AMISTAD: para hallar amor, primero encuentra un amigo. La amistad es la tierra donde florece el amor.
El poder del CONTACTO FÍSICO: abraza a la gente, abre tus brazos y tu corazón, eso crea vínculos, ayuda a sanar el cuerpo y enternece el corazón.
El poder del DESPRENDIMIENTO: deja ir los miedos, egos, prejuicios, críticas, dolencias del pasado y enjuiciamientos. Aprender a perdonar.
El poder de la COMUNICACIÓN: expresa tus sentimientos siempre. No dejar para mañana las cosas que queremos decir hoy.
El poder del COMPROMISO: el compromiso se ve en tus acciones. Si hay compromiso, abandonar nunca es una opción.
El poder de la PASIÓN: la pasión verdadera viene del profundo compromiso, entusiasmo, interés y fascinación por la otra persona. Vive la vida con pasión.
El poder de la CONFIANZA: confía en los demás, en ti mismo y en la vida. Actúa como si la relación nunca fuera a acabar. Si no existe confianza plena, no existe el amor.