Muy raras veces se logra abundancia de algo sin la ayuda de los demás o sin ayudar a otros.
Al ayudar a otros nos ayudamos a nosotros mismos.
Prosana destinar el diez por ciento de tus ingresos a ayudar a los más necesitados. Siempre que das algo se te devuelve con creces.
Ayudar a los demás graba en tu subconsciente una sensación de abundancia.