Si no tienes riqueza abundante en tu vida es porque no tienes un deseo ardiente de ella.
No puedes obtener nada que merezca la pena en esta vida a no ser que tengas un deseo ardiente de ello.
Tienes un deseo ardiente cuando estás dispuesto a hacer todo lo que sea preciso para lograrlo y sacrificar lo que sea (excepto tu salud, relaciones y el respeto por ti mismo).
Puedes crear un deseo ardiente por algo empleando la táctica de los tres Fantasmas de la Navidad.
Recuerda el dolor que la falta de dinero te ha causado en el pasado.
Piensa en todo el dolor que la falta de dinero te está causando en el presente.
Piensa en todo el dolor que la falta de dinero te causará en el futuro si tu situación económica no cambia. ¡Imagínate todo el bienestar que te aportará en el futuro tener medios económicos en abundancia!