Todo tiene su tiempo y todo cuanto se hace bajo el sol tiene su hora. Hay tiempo de nacer y
tiempo de morir [...].
Eclesiastés, III, 2
Loshombres tienen mapas mentalessobre la muerte, creencias que condicionan la manera de enfrentar esta experiencia. Para algunos es un tránsito lineal, pero para otros se presenta, esencialmente, en la conciencia como polaridad: se muere a esta vida, se nace a otra; se pierde esta existencia, se amanece a una nueva. Para unos la muerte no tiene sentido, para otros sí lo posee. La muerte es un castigo, la muerte es una esperanza, una liberación...
El argumento de vidaque cada persona construye como motivo de su existencia, expresa estos mapas mentales sobre la muerte, que no son independientes sino que forman parte de una cosmovisión más amplia y más o menos inconsciente dentro del sujeto.
Así, por ejemplo, quien evade la muerte evade la vida y el miedo a morir que lo domina es proporcional a su miedo a vivir. Se muere como se vive y tanto una como otra experiencia es intransferible, pero guardan entre sí una relación simétrica.
Como cada quien se para frente a la muerte es parte de una actitud, también, ante el nacer y el crecer. Estas tres experiencias -nacer, crecer y morir- son tránsitos que pueden ser vividos de muchas maneras. Sin embargo, en los tres, hay algo en común: representan cambios de conciencia, a veces vividos con ambigüedad, ansiedad e incertidumbre.