Existen otra serie de signos mediante los cuales la depresión se puede dar a luz, tales como: adicciones, intolerancia, irritabilidad, crueldad, abandono, autodestrucción, juego compulsivo, sexualidad indiscriminada, etcétera. Tanto los trastornos de la conducta como los somáticos ponen de manifiesto que cuando hablamos de depresión no sólo hay que buscar en el terreno de lo afectivo y lo psíquico. Por el contrario, la mayoría de las depresiones se expresan por caminos sustitutivos y esto es lo que hace, entre otras razones, de la depresión una endemia peligrosa y de mil caras.
En las muertes inesperadas esto es muy frecuente. La reacción ante un hecho traumático y súbito puede generar como respuestas toda una gama de conductas defensivas. La persona siente que si se permite vivir con toda la intensidad el dolor que la embarga, muere. Entonces recurre a todo tipo de camino sustitutivo.