- La muerte es algo que siempre acontece. Cuando aparece coloca al hombre ante la imagen de la finitud.
- Cada cual, frente a la muerte, es “alguien diferente”, la muerte siempre singulariza y dramatiza el recorrido de una vida.
- La muerte sorpresiva tiene color traumático para quienes quedamos vivos.
- En las muertes inesperadas siempre nos quedamos en vilo, con palabras en la boca y caricias en las manos.
- Aunque organicemos nuestras vidas hasta el mínimo detalle, la muerte es una variable incontrolable.
- El argumento de vida que cada persona construye como motivo de su existencia, expresa mapas mentales sobre la muerte.
- Quien evade la muerte evade la vida y el miedo a morir que lo domina es proporcional a su miedo a vivir.
- La muerte aparece, entonces, como una sombra que acecha desde la oscuridad, que nos quita lo que llevamos de valor (representado en la moneda del pago) y nos deja desnudos y expuestos a algo desconocido.
- La muerte no es llegar a una estación de justicia para rendir cuentas de nuestros actos.
- La muerte es algo que nos espera, pero no hay que vivir para la muerte sino vivir para la vida.
- La vida no acaba sino que continúa más allá de esta etapa. Es una experiencia que merece ser vivida con amor y pasión.
- La vida es una oportunidad, como lo es la muerte.
- La sorpresa es la reacción emocional ante lo inesperado.
- Ante la muerte inesperada, quien no se sorprende no se está permitiendo tener una vivencia natural y necesaria.
- Dominado por fuertes emociones el hombre puede anestesiar el dolor.
- El dolor no es una noticia, sino que el dolor afecta a quien lo sufre. Es al mismo tiempo una sensación y un afecto.
- El dolor es una afirmación del estar vivos y el querer luchar por la vida.
- El dolor y es sufrimiento son experiencias; antes que eliminarlas, hay que tratar de comprender su significado en la vida de una persona para poder convertirlas en experiencias de aprendizaje.
- Tanto el dolor como el sufrimiento son dos maneras de explorar la intimidad y de empujar al sujeto hacia la madurez y la perfección.
- Quien sufre ante una muerte inesperada, quien responde emocionalmente, con su soma o en cuerpo y alma,
- está dejando emerger el desgarrón interior que le produjo la noticia de la muerte inesperada de un ser querido.
- Las despedidas nunca son fáciles. En cada despedida revivimos todas las despedidas. Poder despedirse hoy es reelaborar las despedidas pasadas.
- Desprenderse hoy es desprenderse de todo lo pasado que aún perduraba.
- Las muertes inesperadas pueden llegar a resonar de muchas maneras en nuestras vidas... Lo único que no pueden, es pasar desapercibidas.
- Desesperación, indignación son afectos normales, respuestas esperables, vivencias que deben ser transitadas.
- Porque aunque no nos acordemos, aunque levantemos un muro de olvido, aunque no lo veamos “el sol siempre está”.
- Aferrarse a la nostalgia es quedar prisionero de la no aceptación de la pérdida.
- Si nos perdonamos, podemos perdonar y ser perdonados.
- El remordimiento implica un quedar atado a una culpa, que no cesa
- Luchar contra algo, fortalece lo opuesto. No hay que combatir el odio con más odio.
- La tristeza es una emoción normal que nace como respuesta frente a una pérdida o ausencia.
- La experiencia de la pérdida inesperada desencadena, en el sujeto, un proceso de “duelo” mediante el cual la persona elabora la privación del amor perdido.
- Estar triste es un trabajo del alma, una oportunidad para separarse, para desasirse y poder continuar el camino de la vida, dando gracias a lo perdido por lo que significó su existencia, para nosotros, y por lo que nos enseñó.
- Muchas veces los sentimientos de tristeza y depresión están ausentes como tales y lo que aparece son equivalentes somáticos.
- La depresión es el fruto del estar enamorado y al mismo tiempo decepcionado, con un amor que permanece aun cuando haya muerto.
- Hay dos circunstancias bien distintas en relación a una respuesta depresiva ante una muerte inesperada: si la persona posee una tendencia depresiva o si no.
- Las personalidades depresivas son esencialmente dependientes exageradas del amor y al aceptación de los otros.
- Más se mantiene el amor a lo perdido, si esa muerte fue inesperada... el golpe sorpresivo cuesta más asimilarlo.
- El elaborar el duelo de una pérdida implica reconocer también las cosas buenas que recibimos del otro, así como sus lados oscuros.
- Apego significa miedo a perder a quien me ama, me protege y de quien, en cierta medida, dependo.
- El sentimiento de orfandad se funda en una respuesta ante la experiencia de la muerte de alguien amado: estoy solo.
- Hacernos cargo de nuestra vida no significa negarse a aceptar ayuda.
- No sólo se trata de que alguien amado murió, sino de que ese amado que estaba dentro de sí lo ha abandonado.
- El apego es estancamiento, quedar detenido en el proceso de la evolución de la vida.
- El apego se cura con amor y amor es aceptar al otro tal como es, haga lo que haga, aun morirse sin “avisarme”.
- Decir adiós no significa olvidar, sino cortar las amarras que nos ataban, que no deberían haber existido, pero que a veces, ni sabíamos que estaban y que sólo las descubrimos cuando el otro murió.
- Para aprender a decir adiós y poder seguir recordando de un modo positivo hay que aceptar que la muerte es inevitable.
- La muerte de un ser amado no debe vaciar sino llenar de sentido nuestra existencia.
- La muerte es un tránsito. Debemos amar el amor y no a un amor, así como debemos estremecernos frente a la muerte y no ante una muerte.
- Recordar no es atormentarse, es una caricia.
- Cada arquetipo con el que nos enfrentamos plantea un miedo a vencer, una tarea a concretar y un aprendizaje a realizar. Son, en resumen, enseñanzas de vida.
- Hay que recordar que cada uno lleva, dentro de si, un héroe interior, del cual no siempre es consciente y que a veces vive en potencia.
- Una muerte inesperada es la llamada a comenzar el viaje hacia uno mismo.
- Percibimos que podemos ser los dueños de nuestras vidas, que esa muerte no fue inútil, que aprendimos a curarnos.
- La muerte inesperada es un llamado que puede ser asimilado como una incitación a realizar un camino de crecimiento.
- Cuando vemos con los ojos del alma, la muerte resulta, entonces, ser una despedida oportuna, un despertar espiritual.
- La muerte puede representar un llamado al nacimiento de una verdadera crisis espiritual.
- La muerte se ha transformado de verdad amarga en certidumbre serena, de infierno en cielo.
- Sólo abrazando nuestra sombra, podemos revivir nuestras partes muertas.
- La muerte de un ser querido nos enfrenta con nuestras propias muertes.
- Nada puede ser sanado en ausencia.
- Cuando alguien muere reaviva la herida que hay en nuestra alma
- Una muerte puede significar un poderoso crecimiento espiritual, el comienzo de un nuevo camino.
- La muerte es como un capítulo de un texto indispensable que tenemos que leer.
- Las personas pasan, pero los afectos quedan, no como un doloroso sentir, sino como un tierna brisa de la memoria.
- En cada suspiro y en cada atardecer estás presente, y en cada despertar me acompañas sin necesidad de que mi conciencia lo sepa, porque, al aparecer tú en mi vida, dejé de ser el mismo.
- No debemos buscar el alivio sino la comprensión, o puesto de otro modo: sólo la comprensión nos dará verdadero alivio.
- La psicoterapia es una experiencia dialógica de la búsqueda de lo que no sé de mí.
- En el diálogo psicoterapéutico el cuerpo también habla.
- La psicoterapia puede ser vista como una herramienta para reflexionar sobre el sentido del dolor en nuestras vidas.
- El “darse cuenta” ocurre dentro del marco del vínculo entre terapeuta y paciente, es hijo de una relación y los padres son el paciente y el terapeuta.
- Esta pasión por el saber de toda psicoterapia implica una perspectiva del suceder psicoterapéutico como un progresivo develamiento de lo desconocido.
- En toda psicoterapia el paciente espera ayuda y curación.
- Toda psicoterapia es una experiencia. Una experiencia de muerte y resurrección.
- Al negarse a la propia experiencia de la intimidad y la unidad, el hombre termina por transformarse en su peor enemigo.
- El crecer lleva a diferenciarse, a dejar de lado muchas cosas externas, a separarme, a poner límites, a distanciarme de personas que tal vez quiero y amor pero que me impiden vivir mi vida de acuerdo con los mandatos de mi alma.
- Los remedios florales pueden combinarse con la psicoterapia, y de hecho, de este modo se alcanzas resultados maravillosos.
- Ayudar es estar dispuesto a escuchar y sostener los procesos internos del otro cuando demanda ayuda, pero nunca interferir en su vida y en sus decisiones.