¿Qué puedo hacer? ¿Cómo reaccionar? Las muertes inesperadas nos dejan sin libreto, nos conmueven hasta tal punto que uno pierde las referencias habituales y hasta puede parecer torpe, incapaz de desarrollar una conducta coherente.
En algunos casos hay alejamiento total. Una especie de fobia a todo lo que se relacione con el muerto. En otros surge la negación: si hay dolor que no se note. En otros, descontrol. Y así muchas respuestas diferentes. Pero pese a la diversidad hay una sensación en común: algo ha cambiado, ya nada es igual.