Cómo consigue un inventor sus mejores ideas

Mediante el proceso de cultivar y utilizar la facultad creativa, el ya fallecido doctor Elmer R. Gates, de Chevy Chase, Maryland, creó más de 200 patentes útiles. Su método es significativo e interesante al mismo tiempo para todo aquel que se sienta interesado por alcanzar el estatus de genio, a cuya categoría perteneció el doctor Gates, sin el menor género de dudas. El doctor Gates fue uno de los científicos más grandes del mundo, aunque menos conocidos del gran público.

En su laboratorio disponía de lo que él denominaba su «sala de comunicación personal». Era una estancia a prueba de ruidos, y dispuesta de tal modo que todo destello de luz podía ser eliminado. Estaba equipada con una pequeña mesa, sobre la que siempre tenía una libreta. Delante de la mesa, en la pared, había un panel de conmutadores eléctricos que controlaban las luces. Cuando el doctor Gates quería usar las fuerzas disponibles para él a través de su imaginación creativa, entraba en la sala, se sentaba ante la mesa, apagaba las luces y se concentraba en los factores conocidos del invento en el que estaba trabajando; allí permanecería en esa posición hasta que las ideas empezaban a aparecer en su mente en conexión con los factores del invento desconocidos.

En cierta ocasión, las ideas acudieron a su mente con tal rapidez que se vio obligado a escribir durante casi tres horas. Cuando los pensamientos dejaron de fluir y examinó las notas que había tomado, descubrió que contenían una minuciosa descripción de principios sin parangón alguno entre los datos conocidos del mundo científico. Además, la respuesta a su problema quedó inteligentemente presentada en aquellas notas.

El doctor Gates se ganaba la vida «sentándose para recibir ideas» destinadas a individuos y corporaciones. Algunas de las más grandes empresas estadounidenses le pagaron importantes cantidades por hora, sólo por «sentarse para recibir ideas».

La facultad de razonamiento suele resultar defectuosa porque, en buena medida, se ve guiada por la experiencia acumulada. No todo el conocimiento que uno acumula por medio de la experiencia es exacto. Las ideas recibidas a través de la facultad creativa son mucho más fiables, por la sencilla razón de que proceden de fuentes más fiables que cualquier otra que esté disponible para la facultad de razonamiento de la mente.