El subconsciente es más susceptible de verse influido por impulsos de pensamiento cuando éstos se hallan mezclados con un «sentimiento», o una emoción, que cuando se originan sólo en la parte razonadora de la mente. De hecho, hay muchas pruebas que apoyan la teoría de que los pensamientos emocionalizados son los únicos que ejercen alguna acción influyente sobre la mente subconsciente. Es un hecho bien conocido que la emoción, o el sentimiento, gobierna a la mayoría de la gente. Si es cierto que el subconsciente responde con mayor rapidez y se ve influido con más facilidad por los impulsos del pensamiento que se hallan mezclados con la emoción, se comprenderá lo esencial que es familiarizarse con las más importantes de las emociones. Existen siete grandes emociones positivas, y siete grandes emociones negativas. Las negativas se inyectan voluntariamente en los impulsos del pensamiento, que aseguran su paso hacia el subconsciente. Las positivas, en cambio, tienen que ser inyectadas, a través de la disciplina de la autosugestión, en los impulsos del pensamiento que el individuo desee pasar a su subconsciente. (En el capítulo sobre la autosugestión se han dado instrucciones al respecto).
Estas emociones o impulsos sentimentales podemos compararlas con la levadura en la hogaza de pan, porque constituyen el elemento de acción que transforma los impulsos del pensamiento de un estado pasivo a otro activo. De ese modo se comprende por qué se puede actuar con más facilidad sobre los impulsos de pensamiento que han sido bien mezclados con la emoción, que sobre los impulsos de pensamiento originados en un «razonamiento frío».
Usted se está preparando para influir y controlar la «audiencia interna» de su mente subconsciente con objeto de transmitirle el deseo de obtener dinero, que quiere transmutar en su equivalente monetario. En consecuencia, es esencial que comprenda el método de aproximación a esta «audiencia interna». Usted debe hablar su mismo lenguaje, puesto que, en caso contrario, no atenderá a su llamada, ya que comprende mejor el lenguaje de la emoción o del sentimiento. En consecuencia, describamos aquí las siete grandes emociones positivas, y las siete grandes emociones negativas, para que usted utilice las positivas y evite las negativas cuando transmita instrucciones a su subconsciente.