Una fuerza vigorosa de crecimiento lento

El sexto sentido no es algo que uno pueda quitarse y ponerse a voluntad. La habilidad para usar este gran poder va creciendo con lentitud, mediante la aplicación de los otros principios expuestos en este libro.

No importa quién sea usted, ni cuál pueda haber sido su propósito al leer esta obra, lo cierto es que puede aprovecharse de ella sin llegar a comprender el principio descrito en este capítulo. Eso es cierto, sobre todo, en el caso de que su propósito principal sea el de la acumulación de dinero o de otras cosas materiales.

He incluido el capítulo sobre el sexto sentido porque este libro ha sido diseñado con el propósito de presentar una filosofía completa por la que los individuos puedan dirigirse para alcanzar aquello que le piden a la vida. El punto de partida de todo logro es el deseo. El punto final es esa rama del conocimiento que nos conduce a la comprensión de uno mismo, de los demás y de las leyes de la naturaleza; en definitiva, el reconocimiento y la comprensión de la felicidad.

Esta clase de comprensión sólo se alcanza de forma completa a través de la familiaridad y el uso del sexto sentido.

Tras acabar este capítulo, usted habrá observado que, durante su lectura, se sentía elevado a un nivel más alto de estimulación mental. ¡Espléndido! Vuelva a leerlo dentro de un mes y observe cómo su mente alcanza un nivel de estimulación aún más elevado. Repita esta experiencia de vez en cuando, sin que le preocupe lo mucho o lo poco que aprenda en cada ocasión, y terminará por encontrarse en posesión de un poder que le permitirá desembarazarse del desánimo, dominar el temor, superar la dilación y utilizar la imaginación con plena libertad. Entonces percibirá el tacto de ese «algo» desconocido que ha sido el espíritu motivador de todo pensador, líder, artista, músico, escritor o estadista realmente grandes. Será el momento de transmutar sus deseos en su equivalente físico o financiero, y lo hará con la misma facilidad con la que antes se tumbaba y se abandonaba ante la aparición de la primera señal de oposición.