Para protegerse a sí mismo contra las influencias negativas, tanto si son de su propia producción como si son el resultado de las actividades de ciertas personas negativas que le rodean, debe reconocer que usted tiene un poder de voluntad, y utilizarlo constantemente hasta que logre construir un muro de inmunidad en su propia mente contra esas influencias negativas.
Reconozca el hecho de que usted, al igual que todo ser humano, es, por naturaleza, perezoso, indiferente y susceptible a todas las sugerencias que armonicen con sus debilidades.
Reconozca que usted es, por naturaleza, susceptible a todos y cada uno de los seis temores básicos, e instituya en su actitud hábitos que le permitan contrarrestar todos esos temores.
Reconozca que las influencias negativas actúan a menudo sobre usted a través de su propia mente subconsciente y que, en consecuencia, resultan difíciles de detectar, por lo que debe mantener la mente cerrada contra todas aquellas personas que lo depriman o lo desanimen de cualquier forma.
Limpie su armario de medicamentos, arroje todos los frascos con píldoras, y deje de ser indulgente con los resfriados, los dolores y las enfermedades imaginarias.
Busque deliberadamente la compañía de personas que influyan para que piense y actúe por sí mismo.
No espere problemas, ya que éstos tienen tendencia a no desilusionarle.
Sin duda, la debilidad más común de todos los seres humanos es la costumbre de abrir sus mentes a la influencia negativa de otras personas. Esta debilidad es tanto más nociva en cuanto que la mayoría de la gente no se da cuenta de que han sido maldecidos con ella, y muchos de aquellos que la reconocen, descuidan el mal, o se niegan a corregirlo hasta que se convierte en una parte incontrolable de sus hábitos cotidianos.
Para ayudar a quienes desean verse a sí mismos tal y como son en realidad, se ha preparado la siguiente lista de preguntas. Léalas y exprese sus respuestas en voz alta, de tal modo que pueda oír su propia voz. Eso le facilitará el ser honesto consigo mismo.