El temor a la pérdida del amor

La fuente original de este temor inherente surgió, evidentemente, del hábito del hombre polígamo de robarle la compañera a su semejante, o de tomarse libertades con ella cada vez que podía.

Los celos y otras formas similares de neurosis surgen del temor heredado del hombre a la pérdida del amor de alguien. Este temor es el más doloroso de los seis temores básicos. Tal vez causa más daño al cuerpo y a la mente que cualquiera de los otros temores básicos.

Es probable que el temor a la pérdida del amor se remonte a la Edad de Piedra, cuando los hombres robaban las mujeres por la fuerza bruta. Ahora continúan robándolas, pero su técnica ha cambiado. En lugar de la fuerza, utilizan la persuasión, la promesa de vestidos bonitos, de coches estupendos y de otros «señuelos» mucho más efectivos que la fuerza física. Los hábitos del hombre son los mismos que eran en los albores de la civilización, pero ahora los expresa de formas muy diferentes.

Un cuidadoso análisis ha demostrado que las mujeres son mucho más susceptibles a ese temor que los hombres. Este hecho se explica con facilidad. La experiencia ha enseñado a las mujeres que los hombres son polígamos por naturaleza, y que no se debe confiar en ellos cuando se encuentran en manos de rivales.