Su facultad imaginativa puede haberse debilitado a causa de la falta de actividad. Se la puede revivir y estimular mediante el uso. Esta facultad no muere, aunque puede llegar a la inactividad total por falta de uso.
Centre su atención en el desarrollo de la imaginación sintética porque es la facultad que usted usará más en el proceso de convertir el deseo en dinero.
La transformación del impulso intangible, del deseo, en una realidad tangible, el dinero, exige el uso de un plan o más. Este plan debe realizarse con la ayuda de la imaginación, y, sobre todo, con la facultad sintética.
Léase todo el libro, y luego vuelva a este capítulo, y empiece en seguida a poner a trabajar la imaginación en la construcción de un plan, o planes, para la transformación de su deseo en dinero. Casi en cada capítulo se han dado detalladas instrucciones para elaborarlos. Siga las instrucciones que mejor se ajusten a sus necesidades. Ponga su plan por escrito, si todavía no lo ha hecho. En el momento en que complete eso, habrá dado forma definitiva y concreta a un deseo intangible. Lea una vez más el enunciado anterior. Léalo en voz alta, muy lentamente, y, a medida que lo hace, recuerde que en el momento en que reduce la afirmación de su deseo y planifica su realización sobre un papel, ha dado el primero de una serie de pasos que le permitirán convertir ese pensamiento en su contrapartida física.