Cómo vencer las dificultades

¿Cuál es el poder místico que da a los hombres de perseverancia la capacidad para dominar las dificultades? ¿Acaso la cualidad de la perseverancia despierta en la mente de uno alguna forma de actividad espiritual, mental o química que le permite el acceso a fuerzas sobrenaturales? ¿Es que la Inteligencia Infinita se pone del lado de la persona que prosigue la lucha, aun después de que la batalla se ha perdido, a pesar de que todo el resto del mundo esté del lado opuesto?

Estas y otras muchas preguntas similares surgían en mi mente a medida que observaba a hombres como Henry Ford, que, empezando desde abajo, construyó un imperio industrial de enormes proporciones, contando al principio con poco más que una gran perseverancia. O como Thomas A. Edison que, con menos de tres meses de haber asistido a la escuela, se convirtió en el principal inventor mundial y consiguió que la perseverancia se transformara en el fonógrafo, la cámara de cine y la bombilla incandescente, por no referirnos a otro medio centenar de inventos muy útiles.

Tuve el feliz privilegio de analizar tanto al señor Edison como al señor Ford, año tras año, durante un largo período de tiempo, y, en consecuencia, dispuse de la oportunidad de estudiarlos de cerca, de modo que hablo por conocimiento personal cuando digo que no encontré en ninguno de ellos cualidad alguna, excepto la perseverancia, que explicara ni siquiera remotamente la gran fuente de la que sus estupendos logros procedían.

Cuando se lleva a cabo un estudio imparcial de los profetas, los filósofos, los hombres que producen milagros y los líderes religiosos del pasado, se llega a la inevitable conclusión de que la perseverancia, la concentración del esfuerzo y la definición del propósito fueron las grandes fuentes que les permitieron alcanzar sus logros.

Consideremos, por ejemplo, la extraña y fascinante historia de Mahoma; analicemos su vida, comparémosla con la de hombres de grandes logros en esta era actual de la industria y las finanzas, y observaremos que todos ellos tienen un rasgo común destacado: ¡la perseverancia!

Si está muy interesado en el estudio del extraño poder que proporciona potencia a la perseverancia, lea la biografía de Mahoma, en especial la escrita por Essad Bey. El siguiente y breve extracto del libro, publicado por Thomas Sugrue en el Herald Tribune, le ofrece una visión previa de lo mucho que les espera a quienes se tomen el tiempo de leer la historia completa de uno de los ejemplos más asombrosos del poder de la perseverancia conocido por la civilización.