La perseverancia es un factor esencial para el procedimiento de transformar el deseo en su equivalente monetario. El fundamento de la perseverancia es la fuerza de voluntad.
Cuando la fuerza de voluntad y el deseo se combinan adecuadamente, forman una asociación irresistible. En general, los hombres que acumulan grandes fortunas son conocidos como fríos, a veces como despiadados incluso. A menudo son mal interpretados. Lo que tienen es fuerza de voluntad, que ellos combinan con la perseverancia, utilizando ambas cosas para apoyar sus deseos y asegurarse así el logro de sus objetivos.
La gran mayoría de la gente está preparada para echar por la borda sus objetivos y propósitos, abandonándolos a la primera señal de oposición o desventura. Unos pocos continúan, a pesar de todas las oposiciones, hasta que los alcanzan.
Es posible que no exista ninguna connotación heroica en el concepto de «perseverancia», pero esa cualidad es para el carácter de un hombre lo que el carbón para el acero.
En general, la formación de una gran fortuna implica la puesta en práctica de los trece factores de esta filosofía. Todos aquellos que acumulan dinero tienen que comprender estos principios, han de aplicarlos con perseverancia.