Si usted está siguiendo lo que se dice en este libro con la intención de aplicar los conocimientos que comunica, su primera prueba en cuanto a su nivel de perseverancia se la encontrará cuando empiece a seguir los seis pasos descritos en el segundo capítulo. A menos que usted sea una de las dos personas de cada cien que ya poseen un objetivo marcado que se esfuerza por alcanzar, así como un plan definido para conseguirlo, puede leer las instrucciones y continuar después con su rutina diaria, sin llegar a cumplir nunca esas instrucciones.
La falta de perseverancia es una de las grandes causas del fracaso. Es más, la experiencia con miles de personas ha demostrado que la falta de perseverancia es una debilidad común a la mayoría de las personas. Se trata de una debilidad que puede superarse mediante el esfuerzo. La facilidad con la que se venza la falta de perseverancia dependerá por completo de la intensidad del deseo de cada cual.
El punto de partida de todo logro es el deseo. Téngalo en cuenta constantemente. Unos deseos débiles llevan unos resultados débiles consigo, del mismo modo que un fuego pequeño produce muy poco calor. Si le parece que le falta perseverancia, remédielo construyendo en su interior un fuego mucho más fuerte por debajo de sus deseos.
Continúe leyendo hasta el final, y luego vuelva al capítulo dos, y empiece de inmediato a llevar a cabo las instrucciones que allí se dan en relación con los seis pasos. La avidez con la que siga esas instrucciones indicarán con claridad lo mucho, o lo poco, que desea acumular dinero. Si descubre que se siente indiferente, le aseguro que no ha adquirido todavía la «conciencia del dinero» que debe poseer, antes de poder estar seguro de acumular una fortuna.
Las fortunas gravitan hacia los hombres cuyas mentes han sido preparadas para atraerlas con la misma seguridad con que el agua gravita hacia el océano.
Si llega a la conclusión de que su perseverancia es débil, centre su atención en las instrucciones contenidas en el capítulo sobre el poder; rodéese de un «equipo de trabajo», y podrá desarrollar la perseverancia a través de los esfuerzos cooperativos de los miembros de ese grupo de personas. Encontrará más instrucciones para el aumento de la perseverancia en los capítulos sobre la autosugestión y la mente subconsciente. Siga las instrucciones perfiladas en esos capítulos hasta que la naturaleza del hábito transmita a su mente subconsciente una imagen clara del objeto de su deseo. A partir de ese punto, ya no se verá obstaculizado por la falta de perseverancia.
Su mente subconsciente actúa continuamente, tanto si usted está despierto como si duerme.