No le serán de ningún valor los esfuerzos espasmódicos u ocasionales para aplicar las reglas. Si desea obtener resultados, tiene que aplicar todas las reglas hasta que esa aplicación se haya convertido en un hábito fijo. De ninguna otra forma podrá desarrollar la necesaria «conciencia del dinero».
La pobreza es atraída hacia la persona cuya mente es favorable a ella, mientras que el dinero es atraído hacia la que se ha preparado deliberadamente para atraerlo, y según las mismas leyes. La conciencia de la pobreza se apoderará de la mente que no se ocupe de la conciencia del dinero. Una conciencia de la pobreza se desarrolla sin aplicación consciente de hábitos favorables a la misma. La conciencia del dinero, en cambio, se ha de crear, a menos que uno haya nacido con ella.
Comprenda el completo significado de las afirmaciones que se hacen en el párrafo anterior, y habrá entendido la importancia de la perseverancia en la acumulación de una fortuna. Si no existe perseverancia, se verá derrotado, incluso antes de que haya empezado. Con la perseverancia, seguro que ganará.
Si alguna vez ha experimentado una pesadilla, se dará cuenta del valor de la perseverancia. Se encuentra usted en la cama, medio despierto, con la sensación de estar a punto de ahogarse. No se siente capaz de volverse de lado, ni de mover un solo músculo. Se da cuenta de que tiene que recuperar el control de su cuerpo. A través de un esfuerzo perseverante de fuerza de voluntad, se las arregla al fin para mover los dedos de una mano. Mientras continúa con el movimiento de los dedos, extiende su control a los músculos de un brazo, hasta que puede levantarlo. Luego, de la misma manera, consigue el control del otro brazo. A continuación logra controlar los músculos de una pierna, y luego de la otra. Por último, y con un supremo esfuerzo de voluntad, recupera el control completo de su sistema muscular, y entonces logra escapar de su pesadilla. El truco se ha efectuado paso a paso.