Si nos hacemos conscientes de su poder, retomamos el poder de vivir el aquí y ahora, entendiendo que lo único que existe es el ahora.
El pasado y el sufrimiento son tu decisión. El pasado te dejó enseñanzas que usas en el momento presente. No es necesario cuestionarnos constantemente "por qué" nos han sucedido acontecimientos. La mejor forma de transformar las energías del pensamiento y de la emoción a nuestro favor es cuestionar el "para qué" de cada vivencia, extrayendo de allí las lecciones y lo positivo, superando lo que dolió y rescatando lo más valioso de nuestra experiencia vital.
Está en tu poder decidir si sufres por el dolor del pasado o si te conectas con el presente y en la capacidad de disfrutar tu vida sin sufrimiento. Todo sufrimiento es opcional y hace parte de los pensamientos anclados en el pasado y no en el presente. Si te enfocas en lo pasado, desde la negación y la resistencia, tu vibración atrae causalmente experiencias similares al presente altera los instantes futuros, que aún no existen, pues harán parte de otro presente Lo único que existe es este instante y su repercusión en ti.
El futuro está en constante cambio, pues depende de tus pensamientos y emociones del momento presente. Tu vibración presente atrae y materializa los acontecimientos del futuro. Tu vibración depende de la percepción que tienes del momento preente y de la infinidad de regalos que el Universo te está dando en este instante.
Hazte consciente de tus pensamientos, obsérvalos y permite que fluyan. Reconócelos y decídete a generar pensamientos constructivos y llenos de esperanza, sin luchar ni resistir. La mejor manera de hacerlo es evitar pensar cómo, visualizando lo valioso del momento presente, que siempre está contigo.
Si los pensamientos discordantes tienen poder en tu mente, enfócate en generar pensamientos concordantes, amenos, alegres y armoniosos que cambien tu percepción del aquí y ahora. Mírate, mira al rededor… Extrae lo bello y quédate con esa emoción.