Mantén tu mano extendida para que aquellos que lo necesiten puedan asirla y sean ayudados en situaciones difíciles de la vida. Cuando hayas cruzado esas situaciones de dificultad y estés parado en el otro lado, puedes ser de ayuda para aquellos que se encuentren en el mismo camino.
El pionero siempre tiene la tarea más dura. Una vez que ha pasado sobre el abismo o ha superado esa ascensión difícil, hace la tarea más fácil para aquellos que lo siguen. Si mantiene firme su mano para ayudar a cruzar a sus semejantes, puede empezar con ellos la próxima parte de su viaje.
¡Cuan necesaria es una profunda comprensión y sensibilidad! Pisa suavemente y, sin embargo, con confianza. Asegúrate de que sabes adónde vas y que estás yendo allí. Que haya un propósito y un plan presente en todo lo que haces y todo lo que dices. Que no se malgasten palabras. Las palabras tienen gran poder; úsalas con cuidado y con sabiduría. Ten fe y confianza cuando extiendas una mano a un alma que lo necesita. Tú ayudarás a esa alma, no por tu propia fuerza sino por la Mía. Haz todo Conmigo.
Hay mucho trabajo que hacer con muchas almas necesitadas. No les fallarás. Mantente cerca de Mí.
Algunos saltarán aquel abismo simplemente sosteniendo tu mano, otros necesitarán una soga, otros un puente. Se precisa gran paciencia y comprensión. Alienta, sí, pero nunca en ningún momento fuerces a nadie a dar un paso si él no está completamente listo.
Tu radar debe estar trabajando sin pausa, nunca lo apagues. Permanece en paz.