Economía Divina

Deseo que tengas absolutamente claro cuan vital­mente importante es que aquello que tú sientes cuando elevas tu conciencia y te alzas a grandes al­turas y andas en aquellos reinos superiores, sea traí­do y registrado. Te digo que no importa de qué for­ma inadecuada lo hagas, el hecho es que lo que ha­ces está ayudando a traer Mi Cielo a la Tierra.

Ante todo te enseña disciplina, lo cual siempre es bueno, porque todo ser necesita disciplina. Lo que tengo que decir puede ayudar y ayudará a otros en los días venideros, a medida que penetremos en lo Nuevo.

Con frecuencia, lo que tengo que decir podría ser para muchos, muchos seres en el mismo camino. Es lo que se puede llamar economía divina. Las leccio­nes que has aprendido y las que estás aprendiendo todo el tiempo a lo largo de este sendero espiritual han de pasarse a otros y ser debidamente usadas.

Nunca te pido que hagas algo que no sea absoluta­mente necesario para tu crecimiento y el crecimiento de otros.

Deja de cuestionarte. Simplemente haz Mi volun­tad con alegría en tu corazón y está eternamente agradecido porque puedo usarte de esta manera.