El camino del Hinduismo

Conoce al Yo que va sentado en la Carroza, el cuerpo es la carroza, el intelecto el auriga y la mente las riendas. A los sentidos los llaman caballos y a los propósitos de los sentidos, sus caminos. Cuando él está en unión con el cuerpo, sentidos y mente, entonces los sabios lo llaman: El que disfruta.

Upanishadas, V

No dependas de ningún otro, solamente apóyate en ti mismo... la verdadera felicidad nace de la confianza en uno mismo.

Las leyes de Manú

El conocimiento es lo más sagrado de lo sagrado, el dios de dioses, e impone respeto aun a las testas coronadas: el hombre que carece de él no es más que un animal.

Los ladrones pueden robamos los muebles y adornos de nuestra casa, pero el conocimiento, el tesoro más grande, está más allá de todo robo.

Los Puranas II

El hinduismo es en realidad una multitud de religiones, es la más antigua del mundo y cuando menos, tiene 230 millones de seguidores.

Las sagradas escrituras que constituyen la base de la ética del hinduismo moderno se encuentran en varias obras, pero principalmente en el Mahabarata y en el Ramayana. El primero contiene la hermosa y profunda “Canción de Dios”, la Bhagavad Gita.

El hinduismo es una de las religiones más humanas. Lo que falta de abstracción, inhibición y refinamiento, lo compensa con humanismo.

Hasta sus dioses, a veces, se vuelven humanos y caminan libres por la tierra entre otros hombres y mujeres, viviendo activamente y con pasión.

La esencia del pensamiento hindú radica en la creencia de que la vida sensorial es transitoria y, por lo tanto, carente de significado. Los individuos deben vivir la vida en el sentido universal. Para alcanzar la salvación, pueden elegir entre una vida contemplativa de inacción, meditación y conocimiento, o una vida abnegada de acción desinteresada, asumiendo las obligaciones y deberes de la vida diaria.

Krishna, uno de los dioses hindúes, le da consejo al cariñoso y curioso Arjina en el “Yoga de la Devoción” del Bhagavad Gita. Le sugiere la forma en que Arjina tiene que vivir su vida humana y le dice:

El hombre no debe odiar a ninguna criatura viviente sino ser amistoso y compasivo con todas. Debe liberarse de la ilusión del “yo” y del “mío”. Debe aceptar el placer y el dolor con igual tranquilidad. Debe saber perdonar, estar satisfecho, tener control sobre sí mismo...

No molesta a sus congéneres ni permite que el mundo lo perturbe a él. No se deja llevar por la alegría o la pasión, ni por la ansiedad y el temor.

No desea lo que es placentero ni se regocija en ello. No teme lo desagradable ni se lamenta de ello. Permanece inmutable a la buena o mala fortuna.

Su actitud es la misma hacia el amigo y hacia el enemigo.

Es indiferente al honor y al insulto, al calor y al frío, al placer y al dolor. Está libre de todo apego. Valora igualmente la alabanza y la culpa. Controla su habla. Está contento con lo que obtiene. Su hogar está en todas partes y en ninguna a la vez.

Cuando completa este discurso Krishna añade:

Ahora ya te he enseñado la sabiduría que es el secreto de los secretos.

Reflexiona sobre ella con cuidado. Después actúa como creas mejor.

Estas son las últimas palabras que te dirigiré, la más profunda de todas las verdades.

¡Así termina el Bhagavad Gita!

En Los Pirranas, 18 libros del “Amor Antiguo”, también se dan consejos para vivir plenamente como persona humana. La Sección II llamada “Consejo Sabio” sugiere lo siguiente:

Evita la compañía del erudito descontento. Siéntate en la asamblea de los honestos; júntate con aquellos que son buenos y virtuosos.

El hombre vil siempre está pronto a ver las faltas de los demás, aunque sean del tamaño de la semilla de mostaza, y de continuo permanece ciego a los suyos, aunque sean tan grandes como un árbol.

La libertad o la emancipación es la única felicidad que ofrece garantía al hombre.

La verdadera felicidad radica en la extinción de toda emoción.

La angustia se da donde hay afecto. Renuncia al afecto y serás feliz.

Una fe grande, profunda y como de niño en todo, una clemencia universal y una develación cuidadosa de las buenas virtudes natas, son los rasgos que marcan el alma noble.

Como se puede ver, el hinduista que funciona plenamente posee una ética flexible y fácil de asimilar en el centro de la cual se encuentra la verdad, la bondad y la rectitud.

El Mahabharata dice:

Esta es la suma de todo: la rectitud al causar placer o dolor, al hacer el bien o dañar a otros, el hombre puede obtener una regla de acción apropiada si mira a su vecino como a sí mismo.