¿Quieres ser una persona adaptable y abierta a las oportunidades que tenemos para explorar la vida, para crecer y desarrollarnos? Entonces no te encierres en esa idea limitada de quién crees que eres:
«Deja por un momento de pensar que eres tú e imagina que eres un granjero. Tu objetivo sería trabajar la tierra, de la misma forma que en tu evolución personal te propones crecer en distintos ámbitos. Esto se podría hacer de modo tan simple como planear un horario que te permita participar en distintas actividades que le hablan a distintas partes de ti que te interesa desarrollar: apuntarte a una clase de cata de vino, pintar con acuarelas o aprender un idioma. Sé proactivo cuando construyas tu vida y estate abierto a todo tipo de posibilidades, mantén una actitud abierta y entusiasta. Así, las oportunidades se abrirán ante ti. Si eres entusiasta, tus intereses irán cambiando con el tiempo y no te quedarás encasillado, sino que te permitirás crecer.» Cuando hagas esto, en lugar de pensar “puedo convertirme en lo que quiera”, toma una perspectiva distinta, la de plantearte: “Todavía no sé en qué puedo convertirme”. Y es así. ¡No puedes saber dónde te llevará todo esto! Con el tiempo, te podrías convertir en una persona distinta, más completa que la que eres ahora».