MARY CARMEN: «¡Hola, Elsa! Después de dieciocho años casada y con tres niños, cansada de tanto parque y de tantas pelis infantiles, convencí a mi marido para apuntarnos a bailar, y, aunque no había bailado nunca nada en cuarenta años, lo conseguí. El primer año a él le costó bastante, pero poco a poco, con unos profesores geniales que hacen que el grupo se divierta y que seamos muy amigos, hoy por hoy es nuestra pequeña revolución. Después de seis años bailando bailes de salón, tan solo una hora a la semana, mi marido dice que es lo mejor que hemos hecho por nuestra pareja y estamos cada día mejor juntos».