Juan, un maestro, estaba próximo a su muerte. Sus discípulos se acercaron a él, con preocupación, para preguntarle si tenía miedo a morir. "Sí, tengo miedo de encontrarme con Dios", fue su inesperada respuesta.
"¿Cómo puedes tener miedo, Maestro? Has vivido de un modo ejemplar; fuiste sabio como Buda, misericordioso como Cristo, ascético como San Francisco...", le decían sus discípulos.
Juan respondió: "Cuando muera y me encuentre con Dios, no me va preguntar si he sido como Buda, Cristo o Francisco. Sólo me preguntará: ¿Has sido tú mismo?".